Para conseguir lucir unos muebles dignos, realizados con palets, en casa, es fundamental tratar la madera del palet antes de usarla. Esta apreciación parece, como poco, obvia, si consideramos que la madera de los palets que podemos conseguir, proviene de un uso anterior (solemos reciclarlos), principalmente, industrial, por lo que no podemos garantizar de un modo totalmente seguro, que ésta no haya sufrido ningún contratiempo o desperfecto que, luego, pueda perjudicarnos si no realizamos ese debido tratamiento.
En POLIPALETS 2000, tratamos siempre de garantizar la fiabilidad del producto que atañe a nuestros palets. Los cuales reciben los meritorios controles de calidad, para asegurar el uso de éstos en óptimas condiciones. Pero aún y así, a nadie escapa que puedan surgir problemas posteriores, en el ajetreado viaje a otras fábricas o empresas, en los contenedores de transporte, o por culpa de los propios productos transportados en ellos. Es por todo esto, que hoy, desde nuestro blog POLIPALETS 2000, queremos ofreceros unos pequeños consejos para que, si decidís aprovechar y reciclar palets que os encontréis, incluso compréis, les apliquéis este sencillo tratamiento que, a largo plazo, os ahorrará muchas complicaciones y disgustos.
Aunque a veces podamos creer que sí, muchas empresas no tratan como deben, la madera de sus palets. Para los pocos usos que les dan, económicamente hablando, es mucho más rentable no hacerlo y aprovechar el palet hasta que éste diga basta y ya luego, abandonarlo a su suerte en cualquier contenedor, pues hay empresas que ni reaprovecharlos, ni reciclarlos.
Por eso, si encontráis palets abandonados y queréis reutilizarlos para vuestros propios fines, sobre todo, hablando de usarlos para construir muebles caseros, es imprescindible aplicarles un simple tratamiento, de pocos y sencillos pasos, que os ayudarán a mantener la integridad de la madera por mucho más tiempo y os garantizarán salubridad para vuestro hogar.
Es fundamental porque la madera del palet en sí, es una madera que no suele estar tratada, y por culpa de los múltiples maltratos que, más bien, sufre, hay que actuar en consideración. ¿Os imagináis un cabecero para vuestra espléndida cama, repleto de polvo, suciedad, y no queramos ni pensar en ello, bacterias y bichos propios de la madera como pueden ser las termitas? ¿Verdad que no? Pues ahí es donde entramos en juego.
Para mantener y aplicar el tratamiento adecuado que merece este material, la madera, del palet, sólo necesitamos seguir estas fáciles pautas:
- Si desconocemos cual es la procedencia exacta del palet, porque no lo hemos comprado, sino que nos lo hemos encontrado, y el aspecto que presenta es, como poco, sospechoso, el paso más recomendable es que sometas la madera del palet, en primer lugar, a una desinfeccióncon algún producto De este modo, eliminarás la presencia de cualquier agente bacteriológico, insecto y demás parásitos que pueda contener, y la librarás de otros efectos negativos como puede ser el moho por humedad.
- Hay que lijar. Hazte con una lijadora, o con papel de lija, y somete al palet a un buen repaso para eliminar las astillas sueltas que puedan provocarnos después cortes y daños a la hora de manipularlos para elaborar el mueble o elemento decorativo que deseemos. La finalidad de estas estructuras de madera es puramente funcional, para llevar y soportar el peso de otros materiales, no de embellecer. Es por eso que los palets, al final, terminan siendo eso, tablas de madera unidas sin más énfasis que ése.
- Remata los clavosque sobresalgan de la madera con un martillo.
- Con la ayuda de un pincel, elimina ahora todo el polvo que pueda contener el palet, además del que nosotros mismos hemos podido ocasionar al pasarle la lijadora, o el papel de lija, para su posterior barnizado o pintado.
- En caso de barnizar la madera, te recomendamos utilizar un tapaporos previo. Si por el contrario, quieres darle color y decorar con múltiples tonalidades los palets para tu mobiliario, aplica una capa de imprimación blanca, antes de darle las capas de pintura necesarias.
